SONETO I
África, cuna de fuego y resistencia,
tierra que canta en lenguas ancestrales,
rumor de tambores en noches astrales,
susurros de historia, sangre y conciencia.
Tus ríos murmuran leyendas de esencia,
bailan tus pueblos con ritmos triunfales,
herencia tallada en piedras y trigales,
orgullo que brilla con luz y presencia.
De Nubia a Mali, tu gloria no calla,
forjaste reinos, saber y destino,
creaste estrellas en danza y batalla.
Hoy se levanta tu pulso divino,
que nadie te robe tu voz ni tu talla,
África eterna, raíz sin camino.
SONETO II
África canta con voces ardientes,
su risa es viento que mueve la palma,
bailan los pueblos con fuego en el alma,
tejen su historia con hilos valientes.
Ríos dorados, tambores potentes,
arte y colores que al mundo desarma,
brilla su fuerza de inmensa alharma,
reino de sueños y pasos fervientes.
Sol de esperanza, pasión encendida,
surca caminos de gloria infinita,
África es danza, es fuerza y es vida.
Hoy se celebra su esencia bonita,
florece el ritmo que nunca se olvida,
¡alma de un pueblo que brilla y palpita!
SONETO III
África llora su ayer olvidado,
caminos rotos, reinos en escombros,
en su memoria resuenan los hombros
de aquellos pueblos que han sido apagado.
Los siglos pasan, su voz ha callado,
sus dioses duermen en tierras y combros,
las glorias viejas, los tronos más hondos,
se han disuelto en el viento cansado.
Mas nunca muere el pulso en su entraña,
late en los ríos, en pueblos callados,
grita en su noche la voz que aún baña.
El tiempo arrastra sus sueños dorados,
pero en su sangre la historia no engaña,
África existe en sus hijos honrados.
SONETO IV
En cada héroe la llama despierta,
siguen los pasos de pueblos que encienden,
reinas que alzan banderas abiertas,
hijos que luchan, que nunca se venden.
Mansa Musa, tu oro aún reluce,
Shaka, tu grito retumba en el viento,
guerra y saber, que en tierras induce
fuerza y orgullo en un renacimiento.
Campos dorados, los mares en danza,
voces que claman un mundo distinto,
África avanza, su sueño no cansa.
Surge su fuego con luz infinita,
rompe el silencio de siglos extintos,
¡África brilla, su vida es bendita!
Luis N. NSUE MIA