Tan breve fue su paso por la vida,
un soplo, apenas sueño en primavera,
dejando en su partida tan severa
la sombra de una luz desvanecida.
Jamás sus manos rozarán la aurora,
ni el aire tibio de un hogar querido,
su voz será un murmullo desprendido
que entre los ecos del dolor implora.
Y aquí me quedo, náufrago en su ausencia,
un alma rota, un llanto sin consuelo,
mirando el tiempo arder en su sentencia.
Si el mundo le negó su azul y cielo,
que al menos mi tristeza en su presencia
le erija un canto eterno sobre el suelo.
Letras oscuras
Sakul NSONO
No hay comentarios:
Publicar un comentario