jueves, 1 de mayo de 2025

El último humano

No sé cuánto duró el último ocaso,

ni cuántos siglos rodaron bajo mis pies polvorientos.

Fui la carcasa del último hombre,

el testigo ciego de un adiós sin ceremonia.

Sobreviví a la última canción del viento,

al suicidio de los mares,

a la risa muda de estrellas moribundas.

En los escombros hallé un espejo sin reflejo,

y me descubrí bestia,

y me descubrí dios,

y me descubrí nadie.

El universo olvidó mi nombre

antes de que yo pudiera olvidarlo.

Ahora escribo epitafios sobre el vacío,

esperando que algún cometa me recuerde

cómo se pronunciaba el verbo "vivir".





_Sir Manoiká._

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