lunes, 23 de diciembre de 2024

pompas fúnebres

 Al son del búho en dirección a la tumba,

parcas pálidas templadas el bosque

cruzan alejándose de la noche muda,

antes de que las lenguas se entrelacen.

Bajo la sombra de la cruz, el hombre

regresa a su casa con paso jadeante,

llega como flores al nicho de la bruja.

Cánticos, gritos, orgías rituales.

Fúnebres tambores que sacuden lágrimas

de ojos apretados como fúlgidas espinas.

Fue así la muerte el regreso más temido.

El tiempo medido en llanto, la tumba una nueva casa

bañada en sangre sucia y mineral como la arteria

del piélago al que hoy acompaña.

                            ***

Sobre las lágrimas como tornados

que caen en las pupilas blanquecinas de un anciano

amorfa y oscura oscila una luna,

palabras errabundas retumban en la noche

cuando dicta versos, pájaros y espíritus

colgados en las ramas con la voz de un mal presagio.

Vuelven gobernantes ya soberbios ya culpables

de sus errores al esplendor de lo oscuro

y entre conjuros diabólicos al son

del canto del búho enfermo deambulan;

la navaja de sus llantos corta el cuerpo de las calles,

y sofocados llegan a la muerte merecida

reyes y aristócratas que, entre moscas,

gobiernan en el reino de lo oculto.

                              ***

El sol se desmorona entre los muslos de la noche.

Bajo el caudillaje de la patrona blanca

retumban en lo alto cantos tristes como truenos

cernidos sobre copas de timbal amargo.

Brujas, hechiceros, curanderos,

poderosos gobernantes en la oculta

tierra de lo oculto, cantan a la luz de las estrellas

y las tinieblas que hoy lloran

a solas y en diferentes momentos,

traen bajo sus ropas las sentencias de lechuzas,

la ley de los murciélagos que llegan a su encuentro.

                           ***

Baja su pulso la noche iracunda,

los guardianes de su reino se guarecen

alrededor del fogón. Envueltos en pétalos de flores

vienen y se burlan de la luz del nuevo día,

su cuerpo un cartón sin canciones ni sueños.

Las aves nocturnas comienzan

a emprender el vuelo de regreso hacia sus nidos,

el viento se alza violento, y golpea la roca

por momentos: lejos de su casa como tumba

deambula desterrada de sí misma la figura

de un hombre muerto.


                                         @nsuemia.

                                         Soldado de la muerte.

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