Con el fusil de asalto listo
para ejecutar mi deseo,
al oído me susurra la triste voz
de un desconocido olvidado,
tal vez por el pasar de los años.
Y por mucho que tengo presente
a mi verdugo en mi punto de mira,
no puedo ejecutar mi más oscuro
deseo que me envenena por dentro.
Soy mi propio adversario.
Hoy, el viento del oscuro cementerio
me advierte que se aproxima
otra parca que me lleva a mi destino.
Y aunque no estuve realmente loco,
levanté el fusil y solté la armadura.
Fue este hilo de cordura suelta
que me mantuvo a salvo.
Fue esta letra suelta y oscura
que quedó grabada en otro papel
olvidado, talvez por el tiempo.
Descendí en el pozo negro
y la oscuridad invadió mi alma
y con ella tuve la mente alta
cuando las turbulentas olas
sacudieron mi barca de madera.
Soy una extraña criatura,
nacida en esta tierra condenada;
y pese al dolor que me acompaña
en estos oscuros momentos
sigo abrazando la gruesa soga
de cordura que me mantiene vivo.
@nsuemia
Letras oscuras. 2024
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