jueves, 24 de julio de 2025

El día de la mujer africana

 

El Día de la Mujer Africana: Historia, Lucha y Legado

Por: Sakul NSONO.



Cada 31 de julio, África conmemora el Día de la Mujer Africana, una fecha que honra la resiliencia, el liderazgo y la contribución de las mujeres del continente en la construcción de sociedades más justas y equitativas. Esta celebración tiene raíces profundas en la historia panafricana y continúa siendo un símbolo de lucha y esperanza.

Orígenes: Dar es-Salam, 1962

El Día de la Mujer Africana fue instituido el 31 de julio de 1962 durante la Conferencia de Mujeres Africanas celebrada en Dar es-Salam, Tanzania. Este encuentro reunió a mujeres de diversos países africanos en un momento clave: el proceso de descolonización. Allí se fundó la Organización Panafricana de Mujeres (PAWO), con el objetivo de defender los derechos de las mujeres, promover la paz, la educación y la participación política.

Entre los temas centrales de la conferencia estuvieron:

- El acceso a la educación para niñas y mujeres.

- La lucha contra el apartheid y el colonialismo.

- La promoción de la paz y la democracia.

- La erradicación de la pobreza y el VIH/SIDA.

Avances y desafíos a lo largo del tiempo

Desde entonces, las mujeres africanas han desempeñado un papel crucial en la transformación del continente:

- Presidentas y líderes como Ellen Johnson Sirleaf (Liberia) y Sahle-Work Zewde (Etiopía) han roto barreras políticas.

- Activistas como Wangari Maathai (Kenia), primera africana en recibir el Nobel de la Paz, han vinculado ecología y feminismo.

- Escritoras como Nadine Gordimer y Trifonia Melibea Obono han visibilizado las voces femeninas en la literatura africana.

Sin embargo, persisten desafíos como:

- La feminización de la pobreza.

- La violencia de género.

- El analfabetismo y la mortalidad materna, especialmente en zonas rurales.

Guinea Ecuatorial y el papel local

En Guinea Ecuatorial, el Día de la Mujer Africana ha sido reconocido oficialmente, con discursos institucionales y actividades que destacan el papel de la mujer en el desarrollo nacional. Muchos colectivos han promovido iniciativas sociales y educativas para mujeres vulnerables.

Además, autoras como Trifonia Melibea Obono han desafiado tabúes y abierto espacios de reflexión sobre género, identidad y derechos humanos desde una perspectiva ecuatoguineana.

 El legado y el futuro

El Día de la Mujer Africana no es solo una conmemoración: es una llamada a la acción. Celebra a las mujeres que han transformado sus comunidades y exige que se continúe el trabajo hacia la igualdad real. En palabras de Leymah Gbowee, activista liberiana: “Transformemos nuestras lágrimas en triunfo, nuestra desesperación en determinación y nuestro miedo en coraje”.



Mujer de África


En la raíz del baobab, canta el viento,  
y en su canto florece tu memoria,  
mujer de tierras rojas y silencio,  
guardiana de soles y de historia.

Con palmas firmes moldeas el barro,  
y en tu andar resuena la esperanza;  
de tu mirada brota lo sagrado,  
como lluvia que al alma alcanza.

Eres tambor de lucha en la distancia,  
poesía tejida en cada trenza,  
semilla que no olvida su constancia,  
ni el fuego que arde en tu presencia.

Tu voz es canto que rompe cadenas,  
es eco de mares y sabanas,  
es faro en noches oscuras y llenas  
de promesas que el alba hermana.

Hoy tu nombre se escribe en las estrellas,  
no como sombra, sino como guía:  
Mujer africana, fuerza sin huellas  
que el mundo al fin reconoce y confía.


martes, 15 de julio de 2025

En salas que no estás


 Custodio el temblor que dejaste en mi piel,  
como guardián de un templo roto pero fiel.  
Las paredes murmuran lo que tú callaste,  
y el silencio se vuelve el himno que gasté.

He luchado por ti en salas que no estás,  
con la voz hecha polvo y el alma en compás.  
Mientras el mundo aplaude lo que no ve,  
yo conjuro tu sombra para no caer.

No hay medalla para el que sufre sin testigos,  
solo cicatrices que se hacen abrigo.  
Pero aún sin tu voz, sin tu mirar, sin tu cruz,  
mi paso se alza como llama que no reduce.

Hoy marcho con pasos hechos de espera,  
mientras el mundo gira y desespera.  
Cada huella reclama tu memoria,  
como un libro sin título ni gloria.

He bordado tu nombre en cada jornada,  
como quien ora en lengua olvidada.  
Y si el futuro no devuelve tu voz,  
seré el eco que se hace de dos.

Ya no mendigo la gloria en la penumbra,  
soy llama que la noche nunca deslumbra.  
De cada grieta brota mi verdad,  
y en mi pecho late la eternidad.

He luchado, sí, por un tú que no vuelve,  
pero en mi canto hay un sol que se envuelve.  
Y aunque el silencio no firme su perdón,  
yo camino con alma y con corazón.


Luis NSUE MIA
Manifiesto Poético

viernes, 11 de julio de 2025

La ignorancia inducida por los medios.

La ignorancia inducida por los medios: una epistemología de la distracción

Por: Luis NSUE MIA

Introducción

La ignorancia no siempre es ausencia de saber; a veces, es su simulacro. En una era marcada por el exceso de datos, lo que escasea es el sentido. Los medios de comunicación modernos (digitales, audiovisuales, virales) han erigido una arquitectura informativa que no busca esclarecer, sino distraer. Lo que antes era la plaza pública para el pensamiento, hoy se convierte en un teatro de sombras donde lo visible oculta lo verdadero.

La ilusión del saber: entre el ruido y la apariencia

Siguiendo la línea de Nietzsche, el conocimiento superficial puede ser más peligroso que la ignorancia total. Los medios cultivan una ilusión de saber al ofrecer respuestas rápidas, titulares seductores y verdades empaquetadas. ¿Qué ocurre cuando el individuo ya no distingue entre información y sabiduría, entre datos y comprensión? Se produce lo que podríamos llamar una ignorancia sofisticada: aquella que cita sin pensar, opina sin reflexionar.

Poder y saber: Foucault en el espejo mediático

El filósofo Michel Foucault entendió que el saber es inseparable del poder. Así, los medios no sólo informan: disciplinan, controlan, normalizan. Las narrativas que se repiten no son neutrales; configuran subjetividades, establecen jerarquías, invisibilizan disidencias. La ignorancia inducida no es accidente, sino instrumento. Como en una clínica sin pacientes, el diagnóstico se hace desde el lenguaje, no desde la experiencia.

Pensamiento africano y resistencia epistémica

Frente a esta maquinaria simbólica, las filosofías africanas como el Ubuntu o la negritud proponen una comprensión del saber como vínculo, como memoria compartida. En lugar de consumir información fragmentada, estas corrientes invitan a narrar la realidad desde el nosotros, desde lo ancestral y lo comunitario. En este sentido, resistir la ignorancia inducida no implica aislarse del mundo, sino reescribirlo desde otros marcos epistémicos.

La conciencia como despertar: hacia una gnosis liberadora

La ignorancia mediática puede adormecer el pensamiento, pero nunca extinguirlo. El ser humano conserva, incluso bajo la saturación informativa, una capacidad de asombro. Como señalaría Hegel, la conciencia evoluciona dialecticamente: no se rompe, se transforma. Despertar exige dolor, crítica, y sobre todo, voluntad. Volver a preguntar, en lugar de repetir. Volver a mirar, en lugar de aceptar.

Conclusión

La ignorancia inducida por los medios es un espejo cultural que refleja nuestras prioridades, nuestras pasividades, nuestras urgencias. Pero también nos ofrece la oportunidad de una revolución silenciosa: pensar. No contra los medios, sino más allá de ellos. Porque cuando el saber se convierte en gesto, en encuentro, en creación colectiva, deja de ser mercancía y vuelve a ser libertad.


jueves, 3 de julio de 2025

Donde el polvo piensa.

Donde el polvo piensa: la dignidad y la memoria africana desde una visión del yo que es nosotros.

Por Luis Nsue NSUE MIA

       

        Hay suelos que no se pisan, se escuchan. Porque cada grano de polvo conserva el eco de una historia que no fue escrita con tinta, sino con tambores, cicatrices y cantos nocturnos. África, para quien sabe oírla, no es simplemente un continente: es una filosofía palpitante, una constelación de saberes tejidos en comunidad, resistencia y dignidad.

        En la tradición filosófica africana, el ser no es una isla cercada por la razón individual, sino un cauce que se ensancha con los otros. Ubuntu, decían los sabios bantúes: “Yo soy porque nosotros somos.” Una frase que no es sentencia, sino brújula existencial. En cada gesto de hospitalidad, en cada lamento compartido, renace la certidumbre de que vivir es pertenecer, y que no hay libertad más auténtica que la que no excluye. Es aquí donde afirmamos, los africanos, que yo es equiparable a nosotros. El ser humano es un ser comunitario y es su obligación vivir en la comunidad y servir a la comunidad en el cual vive. Vivimos para servir porque solo cuando servimos, empezamos a vivir.

        No es la herida lo que define la negritud, sino la luz que brota de haber sobrevivido con el alma erguida. Senghor, Césaire y otros poetas pensaron esta negritud no como nostalgia, sino como afirmación: “Mi piel es un juramento”, proclama el verso, y lo es. Un juramento a la dignidad robada y recuperada, a la memoria negada que hoy canta. Ser negro no es una condición histórica: es un manifiesto estético, ético y cósmico.

        Nuestros mayores no envejecen: se vuelven bibliotecas de hueso. En cada frase suya vibra una cosmogonía. La palabra (oracular, sentenciosa y sabia) no necesita academia para legitimarse. Odera Oruka lo entendió con lucidez: la filosofía no está solo en libros, está en las plazas, en las fogatas, en la repetición ritual de un proverbio. Escuchar al anciano es leer un tratado que respira.

        La colonización no solo fue geográfica, sino epistemológica. Nos impusieron mapas que no sabían leer nuestras montañas. Pero cada vez que recordamos, que pensamos desde nuestras lenguas, que danzamos nuestros mitos, una grieta se abre en la piedra del olvido. Porque pensar como africano no es mirar atrás con nostalgia, sino mirar hacia adelante sin renunciar a la raíz.


domingo, 22 de junio de 2025

La Dalla negra


Tú, mi flor de piel de ébano encendida,  
radiante en el crepúsculo silente,  
contemplo en ti la fuerza permanente  
de aquella luz que da sentido a vida.  


Tu voz resuena antigua, bien nacida,  
tambor de amor y canto resistente,  
y en tu mirar profundo y transparente  
la historia canta, libre y no vencida.  

De noche y tierra eres la heredera,  
tu paso deja huella de esperanza,  
tu piel resguarda soles que no mueren.  

Y yo, cautivo en tu silueta entera,  
me abrazo al fuego eterno de tu danza,  
pues en tu abrazo todos los males mueren.



SAKUL NSONO
Letras oscuras
Bata 2025

jueves, 19 de junio de 2025

Barro y relámpagos

Tengo un idioma que sangra,  
otra lengua que reza en sombras,  
y una tercera que bosteza cansada  
de fingir que entiende el poder.

No soy eco de los himnos,  
ni columna en gaceta oficial.  
Soy el verso que se escribe al margen,  
con tinta arrancada al silencio.

Mi abuela hablaba en proverbios;  
mi padre en susurros por si acaso;  
yo… yo grito en octavas rotas  
aunque nadie me entienda entero.

He amado en fang, llorado en español,  
y odiado en dialectos que aún no existen.  
¿Eso me hace traidor  
o testimonio?

Hoy vengo sin metáforas limpias.  
Mi rima es bastarda,  
mi estrofa tiene polvo en los pies  
y hambre en las sílabas.

Que tiemble el pedestal del poema  
cuando le cuente que soy 
todos los nombres  y ninguno,  
pero que aún duele. Y que aún importa.



Luis NSUE MIA 
Poética insurgente desde el cuerpo mestizo. 

Bata/letras oscuras 2025.


miércoles, 18 de junio de 2025

Yo, el que no se dobla

No soy el marginado,  
soy el margen
(la línea que no borran ni con silencio).

No me llamen desposeído:  
poseo la memoria del hambre,  
el canto de los que no figuran,  
la historia que no entró en los archivos.

Visto harapos, sí.  
Pero cada hilo es testigo:  
del precio de la dignidad,  
del sudor que no entra en estadísticas.

No nací para servir banquetes ajenos.  
No fui moldeado para agachar la cabeza.  
Yo he visto la miseria,  
y ella también me ha visto a mí.  
Nos saludamos con respeto,  
pero no nos besamos la mano.

Mi voz no es eco.  
Es tambor.  
Es grieta.  
Es piedra escrita en la lengua de los olvidados.  

Y si he de caer,  
será de pie.  
Con la palabra alzada  
como lanza  
como lámpara  
como grito.

Porque aún desde el barro,  
se puede levantar una nación de almas.


Luis NSUE MIA
Bata/letras oscuras 2025
Yo, el que no se dobla 



El día de la mujer africana

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